• Un diccionario de Bustarviejo...ya era hora: - Queremos conservar y enriquecer las palabras (jo maja, jiscar, tontuna) y los dichos (hay que joderse con la cargaleña), tí­picos de Bustarviejo. Como veréis, tenemos varias secciones en las que participar. Escribe a Palleta@bustarnuevo.es y cuéntale tu palabra, dicho, etc.

    ¡Ay, que me pierdo!

    Recuperar para el día a día de hoy mismo, expresiones estupendas que antes se decían mucho y ahora apenas se oyen

    FEBRERILLO EL LOCO: Antes se llamaba así al mes de febrero. Es de suponer que no sólo por su inestabilidad metereológica, sino porque unos años le da por tener veintiocho días y otros veintinueve.

    COMER COMO HELIOGÁBALOS: Se cuenta que el emperador romano Heliogábalo, comenzaba a comer a las siete de la mañana y no lo dejaba hasta las tres en punto del siguiente amanecer. Es bien conocido el amor por los extremos de los últimos mandatarios de Roma. Así pues, comer como el tal Heliogábalo quiere decir que se engulle alimento como un auténtico descosido. Un problema de desmesura que conviene atajar, ya que este emperador acabó muy malamente... muy, muy malamente. ¡Hala, a ponerse a régimen!

    ERES COMO LA CARABINA DE AMBROSIO: Oséa, un inútil. No se tienen noticias de que el tal Ambrosio cazara nada en su vida... él aseguró hasta el final de sus días que la culpa era de la carabina, que se encasquillaba continuamente. Ambrosio fue enterrado con su carabina, con lo cual es imposible demostrar cualquier teoría al respecto. Lo que si ha quedado para los anales es la inutilidad tanto del cazador como de su arma.

    ¡LA BANDERA POR TU CASA, QUE POR LA MÍA NO PASA!: Esta frase se decía cuando a uno le espetaban en plena cara un violento “¡¿qué pasa?!”, y se decía así, enterita y de corrido. Dado que su periodo de gloria se establece en los primeros cincuenta años del siglo pasado, nos aventuraremos a dar una explicación sobre su significado. Suponemos que la bandera que habría de pasar o no por la casa de nuestro interlocutor luciría los colores de la enseña nacional o de la republicana... Asi pues, al grosero que nos había interpelado de esa forma tan brusca, se le estaba acusando de rojo o de facha. Y hasta aquí hemos llegado, porque para hacer el ridículo con estas cosas de la “Memoria Histórica”, nos basta y nos sobra con el Partido Popular.


    SER AMANTE DE: En épocas anteriores esta expresión comprendía un campo que iba mucho más allá del meramente erótico-amatorio. Vamos, que servía lo mismo para un roto que para un descosido. Se podía decir: “pues no soy yo muy amante de la pescadilla rebozada” si es que ese alimento no era plato de tu gusto; o bien: “no soy yo amante de Zorrilla”, si es que no era santo de tu devoción este poeta romántico y español, autor del Don Juan Tenorio. Ya lo ven Uds., cómo cambian las cosas...¡a ver quién se atreve ahora a soltar esta frase en clase de literatura!.